Ver y entender el arte como fuente de vida, tubo consecuencias tan grandes en mi persona, que no solo modifico mis pensamientos y expresiones, sino que literalmente cambio mi filosofía de vida.

El lenguaje descubierto fue tan complejo para mí, que me llevo 10 años de investigación entender el mecanismo creativo que lo construye. Incorporar la ciencia y la tecnología fue un paso importante, porque amplificó los caminos, permitiendo ver la maduración del proceso y evolución del lenguaje. 

Me gusta definir mi obra como un dialogo de color y movimiento, con la cual poco a poco me adentro y me dejo llevar.  Es un juego holístico, que eleva a mi ser y lo conecta con realidades aumentadas, provocando sensaciones de vulnerabilidad y cáos, que  solo puedo controlar y ordenar extrayendo formas y expresiones.  

Encontrar esos mundos tan fuera de los límites de la razón, me llevó a auto-formularme preguntas existenciales que me liberaron de la presión del desconocimiento.

 

Lindantes con la lírica, hoy entendí que son fotografías de mi alma.